Una vez el reloj de arena se haya parado, se deben poner las
cartas boca abajo sin cambiar el orden.
Ahora intenta guiar al fantasma hacia el habitante que
aparecía en la primera carta.
Tan pronto como creas que has llegado al habitante correcto,
tócalo con el fantasma y grita bien fuerte “¡Buuuh!”
señalando con tu dedo al habitante que has asustado.
Ahora los otros jugadores ponen boca arriba la primera
carta de la hilera que habías hecho:
• ¿Has asustado al habitante correcto?
Puedes continuar asustando al habitante que aparecía
dibujado en la siguiente carta (tal como tu recuerdes). La
carta de los habitantes que ya has asustado se dejan boca
arriba..
• ¿Has asustado al habitante equivocado?
Los otros jugadores gritan “¡un, dos, tres – fantasma
quieto estés!” y tu turno termina.
Entonces se mezclan todas las cartas de nuevo y es el turno del
siguiente jugador.
Fin del juego:
El juego termina en cuanto cada jugador haya jugado dos
turnos. Gana el jugador con el contador de puntuación más
alto. Si hay empate, hay varios ganadores.
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