Desenchufar el aparato de la red y dejarlo
enfriar antes de iniciar cualquier operación
de limpieza.
Limpiar el aparato con un paño húmedo
impregnado con unas gotas de detergente
y secarlo después.
No utilizar disolventes, ni productos con
un factor pH ácido o básico como la lejía,
ni productos abrasivos, para la limpieza
del aparato.
No sumergir el aparato en agua u otro
líquido, ni ponerlo bajo el grifo.
Se recomienda limpiar el aparato
regularmente y retirar todos los restos de
alimentos.
Si el aparato no se mantiene en buen
estado de limpieza, su superficie puede
degradarse y afectar de forma inexorable
la duración de la vida del aparato y
conducir a una situación peligrosa.
No guardar la freidora cuando está
caliente o húmeda.
Los cestillos NO son aptos para su
limpieza en el lavavajillas.
Limpieza
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